Comarca Cuencas Mineras

Comarca de las Cuencas Mineras: naturaleza abrupta, minería e historia en el corazón de Teruel

La Comarca de las Cuencas Mineras, ubicada en el centro de la provincia de Teruel, está surcada por tres importantes ríos: el Aguasvivas, el Martín y el Guadalope, que a lo largo de su recorrido esculpen profundos desfiladeros antes de desembocar en el Ebro. La orografía quebrada de esta comarca condiciona los caminos entre sus pueblos, haciendo que las comunicaciones sean sinuosas y llenas de encanto. El paisaje se completa con crestas rocosas, antiguos plegamientos y manchas oscuras que recuerdan su intenso pasado minero.

En torno al río Aguasvivas se sitúan pueblos como Huesa del Común, de tradición alfarera y dominado por un castillo que, protegido por peñas escarpadas, parece surgir de la misma roca. Muy cerca, La Hoz de la Vieja toma su nombre de los accidentes geográficos que marcan la comarca.

La riqueza en yacimientos de lignito marcó durante siglos la vida de la Comarca de las Cuencas Mineras. Al norte, en la frontera con Zaragoza, se encuentra Muniesa, rodeada de campos de cereal y viñas, donde destaca su estilizada torre mudéjar. El río Martín atraviesa la comarca de oeste a este, generando vegas fértiles y espectaculares cañones. En esta zona destaca Montalbán, considerada cabecera histórica y cultural, cuyo legado medieval se refleja en los restos de sus murallas y en su iglesia mudéjar de base gótica.

La naturaleza abrupta tiene su máxima expresión en Alcaine, un espectacular pueblo defensivo encaramado a un desfiladero, próximo a importantes pinturas rupestres que representan escenas humanas y de fauna. También resulta pintoresco Obón, con su arquitectura tradicional y su proximidad a los abrigos rupestres del Hocino de Chornas y El Cerrao. Entre Alcaine y Obón se extiende el paraje natural de las Foces del Martín, uno de los espacios más bellos de la comarca.

Entre los ríos Martín y Guadalope, los pueblos mineros escriben la historia de esta tierra. En Utrillas, capital administrativa de la comarca, la minería dejó una profunda huella en el paisaje. El monumento al minero, los antiguos barrios de trabajadores y las cicatrices del carbón rememoran el auge y posterior declive industrial. La antigua línea ferroviaria Utrillas-Zaragoza, inaugurada en 1904 y desmantelada en 1966, fue testigo de este pasado.

En el entorno del Guadalope se encuentra Aliaga, rodeada de formaciones geológicas únicas que han convertido su territorio en un parque geológico de referencia en Europa. Su antigua central térmica y el Centro de Interpretación de la Minería en el barrio de Santa Bárbara conservan la memoria minera de la zona.

Siguiendo el curso del río Jarque, cinco encantadores pueblos —Mezquita de Jarque, Cuevas de Almudén, Jarque de la Val y Hinojosa de Jarque— comparten emplazamientos similares y destacan por sus hermosos edificios consistoriales. Hinojosa, además, sorprende con su parque escultórico al aire libre, donde obras figurativas y abstractas se distribuyen entre calles y campos.

Gastronomía de las Cuencas Mineras

La gastronomía tradicional de la Comarca de las Cuencas Mineras está marcada por los sabores intensos de la tierra. Destacan platos como el somarro, pierna de oveja o cabra curada al aire, y el ternasco, criado por ganaderos locales. Entre los primeros platos son típicos los potajes, pucheros y sopas de ajo, acompañados de embutidos artesanales. Aunque no abunda la verdura, se cultivan sabrosas borrajas, cardos y bisaltos. Para maridar, son muy recomendables los vinos locales de Muniesa y La Hoz de la Vieja. Como postre, sobresalen el mostillo —preparado con agua de miel o vino, frutas y almendras— y la tradicional sopeta, una deliciosa mezcla de pan, vino tinto y azúcar.