Comarca de Campo de Daroca

Comarca de Campo de Daroca: patrimonio, naturaleza y leyenda en el sur de Zaragoza

Situada al suroeste de Zaragoza, la comarca del Campo de Daroca combina historia, paisajes esteparios y un valioso patrimonio artístico. Su capital, Daroca, es una de las ciudades medievales más emblemáticas de Aragón. El territorio se distribuye en tres zonas diferenciadas: la Sierra de Santa Cruz, la vega del río Jiloca y el Campo de Romanos. Además, aquí se encuentra uno de los espacios naturales más importantes de la comunidad: la laguna de Gallocanta, un paraíso para los amantes de las aves.

Daroca, ciudad de murallas y milagros

Daroca se alza en la vega del Jiloca, rodeada por murallas que serpentean sobre colinas rojizas. La ciudad conserva su trazado musulmán y es conocida por el milagro de los Corporales, sucedido en el siglo XIII. En la Colegiata de Santa María se guarda el paño con las manchas de sangre que, según la leyenda, brotaron de las hostias envueltas por un sacerdote en plena batalla.

Recorrer su casco antiguo es viajar en el tiempo. Destacan sus puertas monumentales, la fuente de los veinte caños, el palacio de los Luna y templos como San Miguel, Santo Domingo y San Juan de la Cuesta. Cada verano, el Festival Internacional de Música Antigua reúne en la ciudad a músicos de todo el mundo desde 1979, en honor al organista Pablo Bruna.

Naturaleza singular y pueblos con encanto

Más allá de Daroca, las llanuras de cereal se extienden entre los ríos Jiloca y Huerva. Uno de los pueblos más visitados es Anento, rodeado de naturaleza y con iglesia gótica. Muy cerca, el Aguallueve sorprende con su fuente natural y su ambiente de oasis.

La laguna de Gallocanta y su entorno, como la laguna de Guialguerrero o la de Zaida, forman un espacio único para el turismo ornitológico. También destacan rutas como las Hoces del Huerva, desde Herrera de los Navarros, y rincones como Aldehuela de Liestos o el pinsapar de Orcajo, un bosque de abetos poco común en la península.

Vestigios celtíberos, castillos y fortalezas

La comarca alberga numerosos restos de antiguos asentamientos celtíberos, visibles en localidades como Las Cuerlas, Berrueco o Herrera de los Navarros. El yacimiento de El Castellar, en Berrueco, conserva una muralla de grandes bloques de cuarcita con vistas espectaculares a Gallocanta.

Por otro lado, los castillos medievales forman parte de la identidad de esta tierra fronteriza con Castilla. En cada pueblo se conserva algún vestigio defensivo: desde el castillo de Santed hasta el de Cubel, pasando por el Castillo Mayor de Daroca y los restos en Anento, Langa del Castillo, Torralba de los Frailes o Romanos.

La huella del mudéjar y el arte gótico

El arte mudéjar aragonés se deja ver en torres e iglesias repartidas por toda la comarca. En Daroca, Valdehorna, Manchones, Mainar, Villarreal de Huerva, Romanos o Herrera de los Navarros encontramos magníficos ejemplos. Destaca la iglesia de Villar de los Navarros, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

El gótico también tuvo un desarrollo notable, especialmente entre los siglos XIV y XV. Obras pictóricas de la escuela de Daroca pueden admirarse en Langa del Castillo, Villadoz, Lechón, Retascón o Villarroya del Campo.

Una ruta para explorar el arte mudéjar

Siguiendo la Autovía Mudéjar desde Zaragoza, se inicia una ruta arquitectónica por torres mudéjares y restos fortificados. Villarreal de Huerva, Mainar, Daroca, Romanos, Villar de los Navarros y Herrera de los Navarros conforman un recorrido ideal para descubrir esta fusión artística única.

Patrimonio singular y rincones con historia

La comarca sorprende con elementos patrimoniales curiosos como las neveras de Badules y Used, la Casa del Verdugo de Berrueco, el yacimiento paleontológico de Murero o el contraste cromático de Balconchán. En Torralbilla, antigua zona industrial, se fabricaban cal y tejas. Mientras, Cerveruela ofrece un paisaje dominado por el río Huerva y una iglesia barroca dedicada a Santiago Apóstol.