Comarca de Ribera Baja del Ebro: el legado hidráulico de un río que lo define todo
La comarca de la Ribera Baja del Ebro está íntimamente ligada al río que le da nombre. El Ebro atraviesa este territorio como una arteria viva, marcando no solo el paisaje, sino también su historia, cultura y arquitectura. Aún se conservan numerosas obras hidráulicas —algunas restauradas, otras en ruinas— que testimonian siglos de vida orientada al cauce fluvial.
Uno de los elementos más representativos de esta comarca son los restos de norias, dispersos por varios municipios. Su singularidad convierte este patrimonio en un conjunto único en Europa. Además, el Ebro establece aquí un interesante contraste visual: el verde de su valle se funde con las estepas áridas de Los Monegros, creando un paisaje de gran personalidad.
Municipios entre el agua y la estepa
La Ribera Baja se divide en dos vertientes. A la derecha del Ebro se encuentran Quinto, La Zaida, Cinco Olivas, Sástago y Escatrón. A la izquierda, lo hacen Pina de Ebro, Gelsa, Velilla de Ebro, Alforque y Alborge. En conjunto, forman una red de pueblos atravesados por meandros, campos de cultivo y montes esteparios.
Pina de Ebro destaca por el convento de San Salvador, la torre de Santa María y una fachada consistorial de marcado estilo aragonés. En Quinto, la iglesia mudéjar y su torre, apodada “el piquete”, recuerdan la reconstrucción tras los bombardeos de la Guerra Civil.
Gelsa conserva la estructura de tres grandes norias junto a la central hidroeléctrica, consideradas entre las mayores que existieron en el Ebro. En Velilla, además del meandro que rodea su casco urbano, brilla el yacimiento romano de Celsa. Esta antigua colonia es uno de los enclaves romanos más relevantes del valle. La “Casa de los Delfines”, con mosaicos marinos, es uno de sus hallazgos más notables.
Meandros, molinos y paisajes sorprendentes
Desde Velilla, el Ebro comienza a formar meandros cerrados que serpentean entre estepas. Entre La Zaida y Escatrón, el curso del río se retuerce en curvas imposibles. En Alforque y Alborge, el horizonte lo dibujan las sierras de Los Monegros. Cinco Olivas, ubicada en un meandro casi insular, conserva el mayor molino harinero de la provincia.
Escatrón alberga en su iglesia el retablo de alabastro que perteneció al Monasterio de Rueda. Más al norte, entre Sástago y Bujaraloz, se extienden las lagunas endorreicas más destacadas de Aragón. Estas lagunas, como La Playa, sólo retienen agua en épocas de lluvia y acogen especies únicas en el mundo, adaptadas a este entorno extremo. En sus alrededores, aún se conservan restos de antiguas salinas.
Monasterio de Rueda: arquitectura cisterciense y dominio del agua
El Monasterio de Rueda, erigido junto al Ebro, es uno de los conjuntos monásticos más impresionantes de Aragón. Los monjes cistercienses supieron aprovechar al máximo los recursos hídricos del entorno. Una gran noria, origen del nombre del monasterio, impulsaba el agua hacia un canal de piedra que abastecía huertas y dependencias.
El complejo fue construido entre los siglos XII y XIII. Sobresale por su torre mudéjar de ladrillo, el claustro con arcos apuntados y la sala capitular. El monasterio estuvo habitado hasta la desamortización de 1836 y, tras décadas de abandono, ha sido cuidadosamente restaurado. Hoy, una hospedería acoge visitantes en el antiguo palacio abacial.
Localidades de la Comarca de Ribera Baja del Ebro
Servicios destacados
Servicios en la Comarca de Ribera Baja del Ebro
Otras comarcas de Zaragoza
Descubre otros paisajes y tradiciones de la provincia de Zaragoza, otras rutas y senderos, gastronomía, nuevas actividades y experiencias que vivir.