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En el pintoresco pueblo de Lobera de Onsella, enclavado en la comarca de las Cinco Villas, se alza la Ermita de San Juan, un testimonio silencioso de la historia y la fe que ha perdurado a lo largo de los siglos. Esta ermita es la única que sigue en pie de las tres que antaño adornaban el paisaje de Lobera de Onsella, y su presencia es un recordatorio de la rica herencia cultural de la región.
Construida en piedra gris tallada en mampuesto, la ermita destaca por su sobria belleza y su arquitectura robusta. La estructura cuenta con una sola nave, sostenida por muros reforzados con contrafuertes y pilastras, que le confieren una apariencia de fortaleza. En la base de la iglesia, el coro alto ofrece un espacio desde el cual se puede contemplar la nave en toda su majestuosidad.
El interior de la ermita es un refugio de arte y devoción. Una de las joyas que alberga es una pintura barroca que representa la Degollación de San Juan Bautista, una obra que invita a la reflexión y al asombro. Además, en la cabecera, se puede admirar una decoración pictórica del siglo XVIII, que añade un toque de color y sofisticación al austero entorno.
Lobera de Onsella, con su entorno natural y su atmósfera tranquila, es el lugar perfecto para una escapada que combine historia, cultura y naturaleza. La ermita, con su encanto rústico y su rica historia, es una parada obligada para los viajeros curiosos que deseen sumergirse en el pasado de esta encantadora región.
Visitar la Ermita de San Juan es una experiencia que conecta con el alma de las Cinco Villas, un viaje en el tiempo que invita a descubrir los secretos de un lugar donde la historia y la belleza se entrelazan. No pierdas la oportunidad de dejarte cautivar por este rincón lleno de encanto y tradición.
