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En lo alto de la pintoresca localidad de Ballobar, en la comarca del Bajo Cinca, se alza la Ermita de San Juan, un lugar cargado de historia y misterio. Desde su posición privilegiada, domina el valle del Cinca, ofreciendo unas vistas impresionantes que invitan a la contemplación. Este enclave, que en su día fue una fortaleza romana, ha sido testigo de múltiples transformaciones a lo largo de los siglos, reflejando en sus muros el paso de diversas culturas y civilizaciones.
La ermita, que en su origen pudo haber sido una torre de señales árabe, fue posteriormente ocupada por los Templarios y los Sanjuanistas, quienes la convirtieron en un bastión defensivo y un santuario dedicado a San Juan Bautista. Este lugar no solo servía como vigía en una zona fronteriza, sino que también albergaba un ritual pagano de fertilidad conocido como el Salto de la Roca. Este ritual, una herencia de los templarios, consistía en una danza que los recién casados realizaban sobre una roca misteriosa, acompañados por sus amigos y familiares.
A pesar de las prohibiciones impuestas durante el apogeo del cristianismo, los habitantes de Ballobar continuaron celebrando este ritual en el exterior de la ermita hasta mediados del siglo XX. Hoy en día, la ermita está en proceso de reconstrucción, y aunque ha perdido parte de su estilo románico original, conserva elementos arquitectónicos del siglo XVII, como los antiguos arcos fajones que sostienen su techumbre de yeso.
Junto a la ermita se encontraba la casa del ermitaño, ahora en ruinas, que desempeñaba un papel crucial en la vida cotidiana del pueblo. El ermitaño tenía la tarea de tañer la campaneta tres veces al día, marcando los momentos clave del día y alertando a la comunidad de posibles peligros. Esta campaneta también tenía una función social, ya que su último toque indicaba el momento en que las jóvenes debían retirarse a casa, preservando así su reputación.
Visitar la Ermita de San Juan es una oportunidad para sumergirse en la rica historia de Ballobar y disfrutar de un entorno natural incomparable. No solo es un lugar de interés histórico, sino también un rincón que invita a la reflexión y al descubrimiento. Si buscas un destino que combine cultura, historia y naturaleza, la Ermita de San Juan en Ballobar es una parada obligatoria en tu viaje por el Bajo Cinca