Dirección
ERROR.
En el pintoresco pueblo de Isábena, enclavado en la comarca de La Ribagorza, se alza la majestuosa Iglesia de San Saturnino, un testimonio viviente del arte románico del siglo XII. Este encantador templo, que aún hoy acoge a fieles y visitantes, se encuentra en el extremo inferior del pueblo, rodeado de un conjunto de casas que parecen susurrar historias de tiempos pasados.
La Iglesia de San Saturnino ha sido testigo de numerosas transformaciones a lo largo de los siglos. Documentos históricos revelan que en 1732 y 1734, los vecinos del pueblo se unieron para reparar el edificio, demostrando el profundo vínculo entre la comunidad y su iglesia. En 1980, una restauración más reciente le devolvió parte de su esplendor original, aunque las reformas han continuado, adaptándose a las necesidades de cada época.
El interior de la iglesia es un reflejo de su rica historia. Las capillas laterales, dedicadas a la Virgen del Rosario y al Santo Cristo, fueron probablemente añadidas en el siglo XVII, aportando un aire de solemnidad y devoción. Los paramentos de la nave, aunque rehechos en una época indeterminada, conservan la esencia del románico, con su sobriedad y elegancia característica.
Recientemente, se han llevado a cabo trabajos de limpieza en las ruinas de la sacristía, así como la construcción de una espadaña, que añade un toque moderno a este venerable edificio. Estos esfuerzos de conservación aseguran que la Iglesia de San Saturnino continúe siendo un lugar de culto y un atractivo turístico para quienes buscan sumergirse en la historia y la cultura de La Ribagorza.
Visitar la Iglesia de San Saturnino es una experiencia que transporta a los viajeros a través del tiempo, permitiéndoles descubrir la belleza y la serenidad de un monumento que ha resistido el paso de los siglos. No pierdas la oportunidad de explorar este rincón de Isábena, donde cada piedra cuenta una historia y cada visita se convierte en un recuerdo inolvidable.