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A tan solo 1.5 kilómetros del imponente castillo de Aínsa, en el corazón de la comarca de Sobrarbe, se alza la enigmática Cruz Cubierta. Este monumento, construido en 1655, es un testimonio silencioso de la rica historia de la región. Con su estructura de templete sostenida por ocho columnas y rodeada de una antigua verja, la Cruz Cubierta es un lugar que invita a la reflexión y al descubrimiento.
La leyenda de «La Morisma» envuelve este lugar con un halo de misterio y heroísmo. Se dice que aquí se libró una batalla crucial para la reconquista de Aínsa frente a los musulmanes, y que fue en este preciso lugar donde apareció una cruz de fuego sobre una carrasca, marcando el destino de la contienda. Esta cruz, que hoy se encuentra dentro del templete, es más que un símbolo religioso; es el emblema de la Comarca de Sobrarbe y está presente en el escudo de Aragón, recordando a todos la valentía y la fe de sus antepasados.
El entorno que rodea la Cruz Cubierta es igualmente cautivador. Aínsa, con su casco histórico declarado conjunto histórico-artístico, ofrece un viaje en el tiempo a través de sus calles empedradas y su arquitectura medieval. La comarca de Sobrarbe, con sus paisajes montañosos y su rica biodiversidad, es un paraíso para los amantes de la naturaleza y la historia. Visitar la Cruz Cubierta es una oportunidad para conectar con el pasado y disfrutar de la belleza natural que caracteriza a esta región del Pirineo aragonés.
Si buscas un lugar donde la historia y la leyenda se entrelazan con la majestuosidad del paisaje, la Cruz Cubierta en Aínsa es una parada obligatoria. Deja que la magia de este lugar te envuelva y descubre por ti mismo por qué sigue siendo un símbolo perdurable de la identidad aragonesa.
