Catedral-Basilica de Nuestra Señora del Pilar de Zaragoza

Zaragoza, Zaragoza

Dirección

Zaragoza, Zaragoza

GPS

41.656731786513, -0.87849855422974

En la ribera del majestuoso Río Ebro, se alza la imponente Catedral-Basílica de Nuestra Señora del Pilar, un emblema del arte barroco en España y un lugar de peregrinación para miles de fieles. Este templo no solo es un hito arquitectónico, sino también un testimonio de la rica historia y tradición de Zaragoza, la capital de la comarca de D.C. Zaragoza.

La leyenda cuenta que la Virgen María, aún viva en Jerusalén, se apareció al apóstol Santiago el 2 de enero del año 40, trayendo consigo una columna, o pilar, sobre la cual se erigiría el primer templo mariano del cristianismo. Aunque no hay pruebas de la capilla original, se sabe que en el siglo IX ya existía una iglesia dedicada a la Virgen María en el lugar donde hoy se encuentra la basílica.

Tras la conquista de Zaragoza por Alfonso I de Aragón en 1118, el templo fue adaptado para el culto cristiano. A lo largo de los siglos, la iglesia ha experimentado varias transformaciones, desde una iglesia románica hasta un edificio gótico-mudéjar, antes de convertirse en el majestuoso templo barroco que conocemos hoy. La construcción del actual edificio comenzó en 1670, alcanzando sus dimensiones actuales en 1730, aunque las torres angulares no se completaron hasta 1961.

La arquitectura de la basílica es impresionante. Su exterior de ladrillo sigue la tradición aragonesa, mientras que el interior alberga tres naves cubiertas por bóvedas de cañón, alternando cúpulas y bóvedas de plato. En la nave central, el altar mayor se sitúa bajo la cúpula central, con el retablo de la Asunción, un vestigio de la iglesia anterior. La Santa Capilla de la Virgen del Pilar, bajo las dos cúpulas elípticas, es un lugar de devoción y recogimiento.

Desde 1676, el Pilar comparte la sede del arzobispado de Zaragoza con la Catedral del Salvador, conocida como la Seo. En 1954, el Papa Pío XII le otorgó el título de Basílica menor, consolidando su importancia religiosa y cultural. Visitar la Basílica del Pilar es sumergirse en siglos de historia y fe, un viaje que ningún viajero curioso debería perderse.


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