Dirección
Chalamera, Huesca
GPS
41.678713144079, 0.15007495880127
En lo alto de una colina, a las afueras del pintoresco pueblo de Chalamera, se alza la Ermita de Santa María de Chalamera, un tesoro arquitectónico que invita a los viajeros a descubrir la rica historia del Bajo Cinca. Construida por los templarios de Monzón a finales del siglo XII, esta ermita es un testimonio del pasado medieval de la región, cuando servía como priorato en el Camino de Santiago, conectando Cataluña con Sigena.
La ermita es un ejemplo impresionante del arte románico, con su planta de cruz latina y una sola nave que culmina en un ábside semicircular. Desde el interior, se puede admirar la bóveda de horno, mientras que las tres ventanas del ábside capturan la atención con su decoración escultórica de figuras humanas y animales. El cimborrio, con su torreón octogonal, es un clásico de las construcciones templarias, coronando el crucero con una cúpula semiesférica sostenida por cuatro trompas.
La fachada occidental de la ermita es igualmente fascinante, con su portada adornada por seis arquivoltas sobre columnas con capiteles decorados con motivos vegetales e historias esculpidas. Una ventana superior con triple arco de medio punto completa la imagen de esta joya arquitectónica. En el interior, los visitantes pueden contemplar una réplica de la talla de piedra policromada del siglo XIV, que reemplaza a la original perdida durante la guerra civil de 1936.
El entorno de la ermita, en la comarca del Bajo Cinca, ofrece un paisaje sereno y evocador, ideal para una escapada tranquila. Cada 25 de abril, el día de San Marcos, la ermita cobra vida con una romería que atrae a locales y visitantes por igual, celebrando la tradición y la comunidad. La Ermita de Santa María de Chalamera es más que un monumento; es una puerta al pasado que invita a ser explorada. No pierdas la oportunidad de dejarte cautivar por su historia y belleza.
